Rinoplastia


La cirugía estética de la nariz es una de las operaciones más frecuentes de la cirugía, y una de las más delicadas. El objetivo de la rinoplastia es perfeccionar la forma de su nariz y ponerla en armonía con sus otros rasgos.

El cirujano trabajará bajo la piel, directamente sobre los huesos de la nariz y sobre el cartílago nasal. En esta operación, el cirujano intentará no dejar huellas visibles en la nariz, para que después de la cirugía, la nariz se vea lo mejor y más natural posible. Si se trata de una rinoplastia abierta, el cirujano separará la piel del hueso y del cartílago para trabajar directamente y con mayor facilidad sobre los huesos y cartílagos de la nariz. En este caso, quedará una cicatriz casi inapreciable en la columela (columna que separa los orificios nasales por la parte inferior).

Si se trata de una cirugía cerrada, el cirujano trabajará sobre los huesos de la nariz pero a través de las fosas nasales. En este caso, no quedará ningún rastro exterior o cicatriz visible.

La rinoplastia dura habitualmente entre 1 y 3 horas (dependiendo de la complejidad del caso). Al finalizar la misma, el paciente tendrá una férula de yeso sobre su dorso nasal por el término de 7 a 10 días para estabilizar la fractura de los huesos nasales, retirándose posteriormente.