La técnica consiste en la obtención de unos 20 cc de sangre del paciente (similar a una analítica sanguínea) y de esta cantidad se extrae el plasma rico en plaquetas mediante centrifugado de la sangre. El plasma obtenido se hace reaccionar con un compuesto y se obtiene un coágulo gracias a la liberación de los factores de crecimiento. Este coágulo lo deshacemos y lo mezclamos con los complejos vitamínicos y con ácido hialurónico obteniendo un concentrado altamente nutritivo y POTENCIADOR DE LA REPARACIÓN DE LOS TEJIDOS que lo infiltramos mediante microinyecciones para favorecer un rejuvenecimiento y reparación de la piel castigada por el paso de los años.
Este procedimiento se puede repetir varias veces al año, siendo lo habitual realizarlo cada 3 meses a raíz de cada cambio de estación meteorológica.
Otra forma de infiltrar los factores de crecimiento es juntamente con la grasa obtenida por liposucción, para dar una mayor efectividad del tratamiento.